El último café

Las tazas vacías evidenciaban que había sido el último café que se tomarían. Antes de levantarse por última vez de la mesa, ella los señaló haciendo una elipsis entre el pasado y el presente que parecía sentenciar un futuro: “Nunca nos tomamos el primero, pero sí el último café.” Él entendió que la frase era … Sigue leyendo El último café

El vuelo de la mariposa

Llegar nunca fue tan difícil. Al abrir la puerta, la oscuridad y el silencio me abrazaron. Fue un sentir paradójico, porque escuché y vi nada. ¡Qué loco que podamos sentir la ausencia de sentir!Fue así que inflé el pecho con dificultad y largué el aire acompañando la caída de mi cuerpo sobre el sillón. Desplomado, … Sigue leyendo El vuelo de la mariposa

La dimensión temporal en la práctica analítica: lo actual, lo pasado y lo pasente

La dimensión temporal en la práctica analítica: lo actual, lo pasado y lo pasente Texto presentado en el II Congreso internacional de Psicoanálisis en Rosario. Mauro Eyras – Javier Del Ponte Resumen El presente escrito tiene por objetivo poner en funcionamiento la categoría de la temporalidad, planteada en sus diferentes dimensiones y en relación a … Sigue leyendo La dimensión temporal en la práctica analítica: lo actual, lo pasado y lo pasente

El psicoanálisis, ¿una práctica doxográfica?

Ponencia en el II Congreso Internacional de Psicoanálisis – Rosario 2018 EL PSICOANÁLISIS, ¿UNA PRÁCTICA DOXOGRÁFICA? Cammardella, Juan; Del Ponte, Javier ¿Cómo se habla? Una ficción Sostenemos que el encuentro entre alguien que tiene algo para decir acerca de su malestar y aquel que oferta una escucha en torno a eso (suponiendo esto como condición … Sigue leyendo El psicoanálisis, ¿una práctica doxográfica?

«Intervenciones en la transferencia» – Jacques Lacan

Comentario sobre "Intervenciones en la transferencia" - Jacques Lacan En este recorrido se intentará la construcción de un comentario del texto “Intervenciones en la transferencia”, perteneciente a los Escritos 1 de Jacques Lacan, con una apoyatura en la clase “Dora y la Joven homosexual" del seminario sobre “Las relaciones de Objeto”. En el desarrollo de … Sigue leyendo «Intervenciones en la transferencia» – Jacques Lacan

Dora y la joven homosexual, seminario 4 de Jacques Lacan

Dora y la joven homosexual, seminario 4 de Jacques Lacan   El objetivo de este capítulo del seminario 4, es poner de manifiesto las diferencias sustanciales que hacen del caso “Dora” y el de la joven homosexual, similares, pero a sí mismos diferentes. Primero deberíamos repasar la estructuración histérica. En un primer momento, la niña, presa de la envidia del falo, abandona el objeto madre la cual está privada de éste y se dirige al padre, quien tiene falo y está dotado (potencia) para satisfacer a la niña del deseo de un hijo proveniente de la ecuación simbólica Pene imaginario-niño. La idea de un padre potente y dador es en sí inconsciente. En el caso de la joven homosexual, el quiebre se produce al momento de que éste padre potente otorga a la madre un niño. Satisface el deseo de la madre en detrimento del deseo de su hija. Un niño real frustra y corta la relación imaginaria de la sujeto con el niño imaginario. Todo esto lleva a transformar las relaciones, la relación entre la sujeto y el padre, menciona Lacan, está situada en el eje simbólico (podría decirse para explicarlo que esa ubicación radica, en la compensación simbólica que podría hacer el padre otorgando un niño al deseo de falo de la niña, como así también es factible pensar que esa relación simbólica, además, está mantenida por la separación que produce la prohibición del incesto. Se está unido por lo que está prohibido.) Ésta relación mantenida en el eje simbólico pasa a ubicarse dentro del registro imaginario, produciéndose una identificación de la sujeto a su padre (identificación Yo a Yo). También en éste punto, Lacan sitúa la proyección hacia fuera de una idea inconsciente, la idea del padre potente se proyecta hacia fuera pero en esa proyección quien es potente es el Yo identificado, es decir, la joven homosexual. Ésta identificación y su proyección, posibilitada por la aparición del niño real, conlleva a una mostración perversa de la joven, “Mira padre, yo te mostraré como se corteja a una mujer”. Desde éste punto de vista me atrevo a decir que la joven homosexual no se ubica dentro de la estructura perversa, mas bien, es una joven histérica. ¿porqué afirmo esto? Si se observa detenidamente con los elementos que nos propone Lacan, la joven continúa atada al padre, de una manera diferente a Dora (que ya trabajaré), está atadura al padre se hace evidente por su identificación a él y también por los reproches dirigidos al padre, que exterioriza al cortejar a la dama. La joven homosexual mantiene viva la promesa de un hijo por parte del padre. No está de mas observar, que la joven no es estrictamente homosexual, no tiene por objeto de deseo a las mujeres y eso se patentiza cuando Freud destaca que ante el cortejo de una mujer, la joven la rechaza y afirma Freud que la sujeto no ha tenido encuentros homosexuales con ninguna mujer, de hecho, la dama a la que ella corteja no accede nunca a intimidades con la joven e incluso la insta a que se aleje de ella. En esta mostraciones de la sujeto, que como he dejado en claro, no es homosexual mas que en un acto de mostración perversa, lo que realiza, dice Lacan, es una metonimia, es decir, dar a entender algo hablando de otra cosa. En éste caso, demuestra al padre como debe cortejarse a una mujer por lo que ella no tiene, mostrando una mascarada homosexual. Bajo estas elucidaciones se me impone una pregunta ¿Qué manera hay de mostrar como se corteja a una mujer, si no es haciéndolo ella misma (en postura homosexual) a otra mujer? Con esto cerramos el análisis de la joven homosexual y pasaremos al tratamiento que hace Lacan de Dora. En el análisis del caso clínico, Lacan nos muestra que siguen manteniéndose los mismos elementos, la joven, el padre y la dama. Dora es presentada a Freud como una enferma por parte del padre, quien se alarma ante el descubrimiento de una carta de suicidio que tiene todas las características de una mostración a modo de llamado de atención. Éste padre y la misma Dora le ocultan a Freud el hecho de que el padre tenga como amante a una tal Señora K. El padre y la sujeto mantienen una relación de cuarteto con la otra pareja, el señor y la señora K. A diferencia del caso de la joven homosexual, en el que la joven introduce a la dama como tercer elemento, en “Dora”, el padre es el que introduce a la señora K. al circuito. Dentro del historial se destaca claramente que Dora reivindica el amor por su padre sintiéndose arrebatada del mismo por la señora K. Ante esta situación Freud deduce con audacia, que la joven tenía pleno conocimiento de la relación del padre con la señora K, y aun mas, sostenía ella misma el vinculo entre ambos y era entregada por el padre a modo de recompensa, al señor K. Es en esos momentos cuando Freud le pregunta acerca de su implicancia en el circuito relacional.   En el transcurso del historial podemos ver que Dora mantenía una relación muy especial con la señora K., a quien luego se contrapondrá y pedirá al padre que concluya la relación con dicha señora. Pasemos a considerar la figura del señor K. en el circuito. Sin lugar a dudas, éste personaje era una figura muy importante para Dora y mantenía con el un vínculo libidinal, nos obstante, la naturaleza de ese vinculo no era del modo en que Freud lo estaba viendo, insistiendo acerca del amor de ella por el señor K., mas bien, éste sujeto era el personaje viril con el que Dora se identificaba. En la medida en que su Yo se identificaba con el Yo del señor K. ella era el señor K., y desde ahí Dora se vincula con la señora K. (recordemos que la misma protagonista del historial había reemplazado a la señora K. en sus funciones como ser, cuando cuidaba a los hijos.). Recordemos ahora, en el segundo sueño de Dora, el momento en el que ella se queda adorando por dos horas a la Madonna, ¿por qué la adora?, dejemos ésta pregunta de lado por unos instantes y volvamos a considerar la relación de la señora K., con la joven. La señora K. es objeto de adoración por quienes la rodean, tiene a su marido y también el mismo padre de la joven mantiene relaciones con ella, ésta mujer representa para Dora su pregunta “¿Qué es ser una mujer?” y parece ser que para Dora la respuesta está en esa mujer a la que todos ADORAN, he aquí la significación del fragmento del sueño en donde ella ADORA a la Madonna por horas y la mira fascinada, observamos aquí como la señora K. está representada por la Madonna en el sueño de Dora. A diferencia del caso de la joven homosexual, en éste historial tenemos un padre impotente, acosado por varias enfermedades que lo dejan convaleciente y que Dora espera de él un don que nunca recibe, podríamos decir, un padre impotente al cual la sujeto ama y se mantiene apegada. Volviendo a la pregunta de Dora sobre “¿Qué es ser una mujer?” podríamos desarrollarla y decir “¿qué es lo que mi padre ama mas allá de la señora K.?” Dora se aferra precisamente a lo que su padre ama en otra en la medida en que no sabe que es lo que es. La señora K. hace lo que dora no puede hacer, es decir, ser objeto de deseo de un hombre, posicionarse como objeto de deseo, y si no lo puede hacer es porque no sabe como, y esta señora estaría encarnando su “pregunta” y eso mismo es lo que provoca la satisfacción de que su padre ame a la señora K. Ahora, ¿por qué Dora insiste en que el padre termine la relación con esa mujer? Para que eso sucediera, el circuito se debe haber roto y aquí juega otro papel fundamental el señor K. Dora le pega la bofetada cuando él, con su frase “junto a mi mujer no hay nada”, la anula del circuito a la señora K. autoeliminándose del mismo. Si junto a la señora K. no hay nada, entonces ya no encarna a la pregunta de Dora, ella ya no se fascina con la señora K. y no puede permitir de que su padre la ame, pues si la señora K. ya no encarna su pregunta, ella no es el “mas allá” de la señora K. en la relación con su padre. Si el señor K. solo está interesado en ella, entonces el padre solo está interesado en la señora K. y esto es lo que no puede tolerar Dora, porque ella no sabe como ser un objeto de deseo de otro. Allí es cuando la paciente comienza con sus demandas hacia el padre y reivindica su amor hacia él.

«Del Inconciente Freudiano al inconciente Lacaniano»

Del inconsciente de Freud al inconsciente de Lacan El concepto de inconsciente que propone y defiende Freud con la aparición de la interpretación de los sueños en el año 1900 es un concepto en la teoría freudiana que abarca características topológicas para dar cuenta de “lugares” (si bien el autor se preocupa de asegurar la … Sigue leyendo «Del Inconciente Freudiano al inconciente Lacaniano»